Especial 110 aniversario de AUDI

Como adelantábamos en nuestra página de Facebook, otra marca que celebra su aniversario este 2020 es la alemana Audi, por lo que en Classic Cars Mallorca le dedicaremos un especial, empezando con su historia y repasando 15 de sus modelos más icónicos. ¡Esperamos que disfrutéis del especial!

Historia de Audi

Aunque este 2020 celebramos el 110 aniversario de Audi, los orígenes de esta marca se remontan todavía más atrás, concretamente a 1899. En ese año August Horch se establece en Colonia (Alemania) junto a su socio Salli Herz para fundar la empresa A. Horch & Cie, que fabricaría en un principio dos pequeños coches de 5 y 10 cv de potencia respectivamente, trasladando la empresa tres años después a la ciudad de Reichenbach im Vogtland. Aunque los automóviles Horch tenían buena fama, el negocio no prosperó, pero August Horch no se dio por vencido: en 1904 funda en Zwickau una nueva compañía, llamada Horch & Cie. Motorwagenwerke AG. Ese mismo año la marca desarrolló el primer motor de seis cilindros de la historia, y al poco tiempo Horch se convertía en una firma muy bien valorada. Aun así, en 1909 el fundador de la marca es despedido, plantando la semilla de lo que sería Audi.

Así pues, August Horch no cesa en su empeño de construir autos, fundando el 25 de abril de 1910, un año después de ser despedido de su propia compañía, una nueva marca. El nombre elegido sería Audi, palabra que en latín significa “escucha”. Ese mismo año empieza la fabricación de los dos primeros modelos de la nueva firma, que desde el principio disfrutaron de cierto éxito en competición, permitiendo a Audi crecer y ganar prestigio, hasta que en 1921 August Horch deja la empresa para pasar a ocupar un alto cargo en el Ministerio de Transportes alemán. En 1928 el fabricante DKW pasa a ser el accionista mayoritario de Audi, y tres años después se crea el grupo Auto Union, en el que además de nuestra marca protagonista estarían su propietaria DKW, Wanderer y Horch. La década de los 30 es fatal para Audi, pues el mercado demanda cada vez menos coches de lujo, y para 1938 la firma representa tan sólo un 0,1% de las ventas del mercado automovilístico alemán. Así pues, en 1939 se cierra la primera etapa de Audi, desapareciendo dicha firma, aunque el resto de marcas de Auto Union aprovecharían sus instalaciones para fabricar sus propios modelos.

Como era habitual, durante la II Guerra Mundial la antigua fábrica de Audi se dedicaría a la fabricación de armamento para el ejército. Al finalizar el conflicto, la ciudad de Zwickau queda bajo el control del ejército de la URSS, que cierra Auto Union y destina sus fábricas a la nueva empresa pública de la República Democrática de Alemania (o Alemania del Este) VEB, que fabricaría primero el IFA F9 y posteriormente el famoso Trabant. Por otra parte, en 1949 algunos ejecutivos de la extinta marca se establecen en la República Federal de Alemania, concretamente en Ingolstadt, para refundar el grupo Auto Union, que 10 años después sería adquirido por Daimler-Benz. Sin embargo, los vehículos económicos que producía DKW no interesaban al grupo, por lo que en 1965 Volkswagen se haría con el control de Auto Union y relanzaría la marca Audi más de 25 años después de su desaparición.

Si bien el nombre de Audi había vuelto a las carreteras, la realidad es que Volkswagen sólo había adquirido Auto Union para fabricar Escarabajos en sus fábricas, aunque en un principio se permitió a la marca vender los modelos que ya tenía a punto para su comercialización. Aun así, los ingenieros de Ingolstadt se arriesgaron a desarrollar nuevos automóviles en secreto, como el 100 de 1968, al que el equipo directivo de VW dio el visto bueno y que finalmente sería un gran éxito comercial, asegurando el futuro de la marca de los cuatro aros. En 1969 Audi se fusiona con NSU para formar la sociedad Audi-NSU -Auto Union AG, para seguir creciendo con modelos de éxito durante los 70, a costa de la imagen conservadora que desprendían sus modelos. Esto empezó a cambiar con el Quattro de 1980, que destacaba por sus innovaciones tecnológicas y obtuvo grandes éxitos en competición, mientras que a partir de los 90 la firma decidió dar un giro hacia el mercado premium y competir de tú a tú con Mercedes-Benz y BMW. Desde entonces, la marca de Ingolstadt no ha parado de crecer, aumentando sus ventas prácticamente cada año y ensamblando vehículos en nada menos que 10 países.

Audi: 110 años de historia

Audi Typ A (1910-1912)

El primer modelo de Audi, aparecido el mismo año en que August Horch fundó la marca, fue el Typ A. Técnicamente era un automóvil bastante convencional, contando con un motor de cuatro cilindros en línea de 2600 cc y 22 cv de potencia, que tenían que mover los 1400 kilos que pesaba aproximadamente este modelo. Con un tamaño considerable y un precio de 8500 marcos, era considerado un coche de lujo, y se fabricaron unas 140 unidades en los dos años que duró su producción.

Audi Typ A (1910-1912)

Audi Typ C (1912-1914/1918-1921)

El tercer modelo de Audi fue también el primero de la marca que destacó en competición. Lanzado al mercado en 1912, el Typ C contaba con un propulsor de cuatro cilindros en línea de 3,6 litros y 35 cv, que unidos a los 920 kilos de peso del modelo le permitían alcanzar una velocidad máxima de alrededor de 100 km/h, una cifra nada desdeñable para la época. Fue por este motivo que el Typ C fue bastante popular en carreras en cuesta en los Alpes austríacos, siendo apodado “Alpensieger” (ganador de los Alpes) en dicho país. En 1914 se suspende su producción a causa de la I Guerra Mundial, siendo reestablecida después del conflicto y finalizando en 1921, tras haber sido fabricadas 1450 unidades.

Audi Typ C (1912-1914/1918-1921)

Audi Typ M (1924-1927)

Ya entrada la década de los 20, Audi desarrollaría su automóvil más lujoso hasta la fecha: el Typ M. Dicho modelo fue presentado en 1923 para ser puesto a la venta al año siguiente, siendo el primer coche con motor de 6 cilindros de la marca. Concretamente, su propulsor tenía una cilindrada de 4665 cc y una potencia de 70 cv, que impulsaban a este enorme sedán de más 2500 kilos de peso hasta los 125 km/h de velocidad máxima. El Typ M era uno de los coches más lujosos y caros de su época, con un precio de 22.300 marcos, lo cual hizo que sólo se vendiesen 228 unidades hasta el fin de su producción en 1927, llevando a la firma al borde de la bancarrota.

Audi Typ M (1924-1927)

Audi Typ SS (1929-1932)

Tras el sonado fracaso del Typ M y su sucesor el Typ R, Audi fue adquirida por el industrial danés Jorgen Skafte Rasmussen, quien previamente se había hecho con la marca estadounidense Rickenbacker y había trasladado su fábrica a Zschopau, cerca de la sede de Audi. La idea de Rasmussen era fabricar motores para venderlos a otros fabricantes, pero al no recibir ningún pedido decidió utilizarlos en nuevos modelos de su otra marca. Así pues, en 1929 llega al mercado el Audi Typ SS, equipado con un 8 cilindros en línea Rickenbacker de 5130 cc y 99 cv, para ser el tope de gama de la marca. El SS estaba disponible con carrocería sedán o descapotable, y pese a las penosas condiciones económicas de la época, se vendió relativamente bien, o al menos más que los dos modelos que lo precedieron: entre 1929 y 1932 salieron de la cadena de producción unas 400 unidades.

Audi Typ SS (1929-1932)

Audi Front (1933-1938)

Aunque el Front fue durante varios años el único modelo de la gama Audi, fue el responsable de que a la marca de Zwickau se la empezase a conocer por sus innovaciones tecnológicas. Puesto a la venta a principios de 1933, el Audi Front UW 220 es el primer coche europeo con tracción delantera y motor de 6 cilindros, concretamente una unidad de origen Wanderer de 2 litros y 40 cv, suficientes para alcanzar los 100 km/h de velocidad máxima. Las carrocerías disponibles eran, como era habitual en la época, la berlina de cuatro puertas y la descapotable de dos. En 1935 aparece una actualización del modelo, conocida como UW 225, en la que se sustituye el motor por un 2.2 de 49 o 54 cv, mientras que en 1938 el Front es sucedido por el nuevo modelo 920, que volvería a la tracción trasera. En total se fabricaron aproximadamente 4500 unidades de este modelo.

Audi Front (1933-1938)

Audi 920 (1938-1940)

Para sustituir al innovador Front de tracción delantera en 1938, Audi volvió a un diseño más clásico de tracción trasera con el 920. En un principio, este modelo iba a ser vendido bajo el nombre Horch, la marca más lujosa del grupo Auto Union, pero en el último momento se decidió comercializar como Audi, ya que el nuevo automóvil era de una categoría un tanto inferior a la que acostumbraba a comercializar Horch. Aun así, el 920 se fabricaba en las instalaciones de dicha marca, y su motor de 6 cilindros en línea estaba basado directamente en el 8 cilindros Horch. Su cilindrada era de 3281 cc y su potencia de 75 cv, transmitidos, como hemos apuntado, al eje trasero mediante una caja de cambios de cuatro velocidades. Sin embargo, el 920 apareció poco antes de la II Guerra Mundial, y para 1940 finalizó su producción tras tan solo 1281 unidades fabricadas. Además, este modelo sería a la postre el último de la firma de los cuatro aros hasta que en los 60 la marca DKW fuese renombrada como Audi, y posteriormente adquirida por Volkswagen.

Audi 920 (1938-1940)

Audi F103 (1965-1972)

La marca Audi desapareció como tal en 1940, no así el grupo al que pertenecía, Auto Union, que en 1949 sería refundado para reactivar la firma DKW, que fabricaría coches y furgonetas económicos con motor de dos tiempos. Pero en 1965 la marca iba a dejar atrás este tipo de propulsores, ya anticuados, en favor de los de cuatro tiempos, con lo cual se decidió eliminar la marca DKW y relanzar Audi. Así pues, en 1965 aparece un nuevo modelo, denominado simplemente Audi, pero conocido internamente como F103.

El F103 era una actualización del antiguo DKW F102 equipado con un motor desarrollado por Mercedes-Benz, por entonces propietaria de Auto Union. Inicialmente dicho motor desarrollaba 72 cv, pero posteriormente aparecieron versiones de 60, 75, 80 y 90 cv, con lo que se decidió denominar a cada versión con estas cifras, dando lugar a los Audi 60, 72, 75, 80 y 90. En cuanto a carrocerías, se podía elegir entre la sedán de dos puertas o de cuatro y familiar de tres, creando así una gama muy completa. Tanto fue así que el F103 resultó ser un gran éxito, superando en ventas a los modelos de DKW que le precedieron: hasta su fin de producción en 1972 se fabricaron 416.853 unidades, asegurando así el futuro de Audi, ya en manos del grupo Volkswagen.

Audi F103 (1965-1972)

Audi 100 (1968-1975)

Si la gama F103 supuso el renacimiento de Audi, este modelo afianzó a la marca en el mercado e hizo que Volkswagen, ya propietaria de la firma de Ingolstadt, decidiese mantenerla y potenciarla. Y es que, al principio, VW sólo estaba interesada en comprar el grupo Auto Union con el fin de utilizar sus fábricas para fabricar sus propios modelos, pero el éxito del F103 hizo que la dirección se replantease la situación: los ingenieros de Audi habían estado desarrollando en secreto un nuevo modelo de mayor categoría, y gracias a las buenas ventas del F103 dicho proyecto recibió el visto bueno, dando lugar al Audi 100.

El 100 llega al mercado a finales de 1968, y como su nombre indica incorpora un propulsor de 100 cv, aunque las versiones más económicas tenían 80 y 90 cv, respectivamente, siendo en los tres casos el mismo motor de cuatro cilindros en línea de 1,8 litros. Las carrocerías disponibles eran la berlina de cuatro puertas, el coupé y el fastback, que además de su atractivo diseño contaba con una versión mejorada del motor, con la cilindrada aumentada a 1900 cc y la potencia a 115 cv. Las transmisiones disponibles eran la manual de cuatro marchas y la automática de tres.

Aunque el nuevo modelo no era tan refinado como sus competidores, tenía unas prestaciones aceptables y fue un éxito de ventas desde el principio; tanto es así, que en 1970 la demanda superaba con creces a la oferta y el 100 se empezó a fabricar en la fábrica Volkswagen de Wolfsburg, además de recibir un ligero rediseño en 1973. Con todo, el Audi 100 fue el coche que consolidó a Audi tanto en Europa como en Estados Unidos, con un total de 827.474 unidades vendidas hasta su retirada en 1975.

Audi 100 (1968-1975)

Audi 50 (1974-1978)

A medida que Audi aumentaba su prestigio, la gama de automóviles que producía debía también ser actualizada para captar a más compradores. Y un segmento al alza a principios de los 70 era el de los compactos, es decir, coches pequeños, económicos, de tracción delantera y normalmente de tres puertas. El Fiat 127 (y su homólogo de SEAT) fue el pionero en este segmento, seguido por el Renault 5, y en Ingolstadt no querían quedarse atrás, por lo que en 1974 llega al mercado el Audi 50, un pequeño auto similar a los mencionados anteriormente.

El 50 se fabricaba tanto en la planta de NSU en Neckarsulm como en la de Volkswagen en Wolfsburg, y estaba disponible en dos versiones, denominadas LS y GL. Ambas contaban con un motor de cuatro cilindros en línea y 1100 cc, desarrollando la primera 50 cv y la segunda 60. Desde el primer momento, este modelo tuvo un gran éxito comercial, que no pasó desapercibido para Volkswagen, que apenas unas semanas después empezaría a producir exactamente el mismo coche bajo el nombre de Polo y con una mayor gama de motores. Sin embargo, el inicio de la leyenda del Volkswagen Polo -que tuvo todavía más éxito- supuso la muerte para el Audi 50, cuya producción fue cancelada en 1978 tras 180.812 unidades fabricadas y no tuvo sucesor.

Audi 50 (1974-1978)

Audi 80 B2 (1978-1986)

A finales de los 70 Audi estaba ya afianzada en el mercado europeo, pero el modelo que nos ocupa fue el que le dio el empujón final para convertirse en una marca de reconocido prestigio. Aunque el modelo 80 no era nuevo -debutó en los 60 como una versión de la gama F103 y como modelo independiente en 1972, con gran éxito-, el B2 supuso un paso adelante en cuanto a calidad para la marca de Ingolstadt, que ponía por primera vez sus miras en el mercado premium, dominado por Mercedes y BMW.

El 80 B2 aparece en 1978, aprovechando la plataforma del Volkswagen Passat coetáneo. Con diseño firmado por Giorgetto Giugiaro, estaba disponible con carrocerías de dos o cuatro puertas y una gama de motores muy completa, con nada menos que 10 opciones de gasolina (de cuatro y cinco cilindros) y dos diésel, asociados a cambios manuales de cuatro o cinco velocidades o automático de tres. Aunque las versiones básicas eran de tracción delantera, también se podían elegir variantes de tracción integral, algo muy apreciado en los mercados del norte de Europa y Estados Unidos, aunque los precios de estas versiones Quattro eran muy elevados. Precisamente, en EEUU el 80 obtuvo grandes cifras de ventas, siendo denominado allí Audi 4000. Además, en 1980 nuestro protagonista deriva en el Coupé, que a su vez daría lugar al mítico Quattro. En resumen, hasta 1986 se fabricaron nada menos que 1.680.146 unidades de este modelo, éxito que continuó en las siguientes generaciones.

Audi 80 B2 (1978-1986)

Audi Quattro (1980-1991)

No podía faltar en nuestro especial sobre Audi el que es su modelo más icónico, que revolucionó el mundo de los rallies y creó un mito que aún perdura en todos los aficionados al motor. Se trata, cómo no, del Ur-Quattro, cuya semilla se planta en 1977 gracias a la idea del ingeniero de chasis de Audi, Jörg Bensinger, quien observó que el Volkswagen Iltis militar de tracción total tenía un comportamiento impecable en la nieve, por lo que propuso aplicar dicho sistema a coches de calle.

El primer modelo de calle en equipar tracción Quattro fue el 80, y tras su éxito, la firma de Ingolstadt decide desarrollar un deportivo con tracción total con la idea de participar en rallies. Así, se instala este sistema en el 80 Coupé, junto con un motor de 5 cilindros con turbo de 200 cv, naciendo el Quattro, que llegaría a los concesionarios a finales de 1980. Este modelo se construía a mano en una línea de montaje especializada, y a lo largo de su producción no sufrió grandes cambios: en 1983 se sustituyó la instrumentación normal por una digital y los faros dobles pasaron a ser de una sola pieza, al año siguiente se rediseñó el interior por completo, y en 1985 el frontal se sustituyó por uno de nuevo diseño. En cuanto al aspecto técnico, la suspensión fue actualizándose de manera periódica durante toda la producción, además de introducir el famoso diferencial central Torsen en 1987. La prensa alabó desde el principio las cualidades del Quattro, afirmando que, pese a que en condiciones límite podía ser difícil de conducir, era un coche brillante sólo superado en su segmento por el Porsche 911. Con todo, hasta el final de la producción en 1991 se fabricaron 11.452 Ur-Quattro.

Pero por lo que se recuerda al Quattro es la competición, concretamente por revolucionar el mundo de los rallies, introduciendo por primera vez con éxito la tracción total en este tipo de competiciones y haciendo que el resto de fabricantes adoptasen este sistema. La primera versión para rallies del Quattro, con 300 cv, debutó en 1980, y al año siguiente Michèle Mouton obtuvo a sus mandos el Campeonato del Mundo, siendo además la primera -y por el momento única- mujer en ganarlo. Con la introducción del Grupo B llegaron las evoluciones A1 y A2, que en las manos de Hannu Mikkola, Stig Blomqvist y Walter Röhrl continuarían en la senda del éxito. Ya en 1984 llegaría el Sport Quattro S1, creado especialmente para el Grupo B y del cual se fabricarían 224 unidades para la calle. Los S1 de competición contaban con un chasis de fibra de carbono y kevlar y veían su potencia aumentada a 450 cv. Por último, a finales de 1985 llegó la evolución definitiva del Quattro, el S1 E2, cuya cifra oficial de potencia era 470 cv pero que en realidad desarrollaba más de 500, lo cual unido a su peso de 1090 kilos y su cuidada aerodinámica -que además hacía que el E2 tuviese un aspecto inconfundible y espectacular- hicieron de esta última versión un auténtico monstruo. En 1986 la potencia se vio aumentada de nuevo hasta los 600 cv, aunque Audi se retiró del mundial al poco de su inicio, en el que sería además el último año de los míticos Grupo B.

Audi Quattro (1980-1991)

Audi V8 (1988-1993)

Si bien Audi llevaba años dando pasos para posicionarse en el sector de los coches de lujo, es a partir de este modelo que la firma de Ingolstadt se consolida como marca premium capaz de competir con otros fabricantes consolidados en el sector, siendo el V8 muy utilizado como coche de representación y obteniendo además diversos éxitos en competición, aspecto ciertamente sorprendente por cuanto no es muy frecuente ver una berlina de este tamaño en los circuitos.

Ideado para competir de tú a tú con los reyes del segmento de los sedanes de representación -el Mercedes-Benz Clase S y el BMW Serie 7-, el Audi V8 llega al mercado en octubre de 1988, equipando como su nombre indica un motor de 8 cilindros en V con 32 válvulas y doble árbol de levas en cabeza. Su cilindrada era de 3600 cc y su potencia de 250 cv, transmitidos a las cuatro ruedas por una caja de cambios manual de 5 velocidades o automática de 4. Si bien este modelo estaba basado en la plataforma de los 100 y 200, era más largo y ancho, además de contar con un diseño diferenciado. En 1991 el V8 es actualizado con un nuevo propulsor, en este caso de 4,2 litros y 280 cv, y una nueva caja de cambios manual de 6 marchas, manteniéndose también la automática de 4.

En cuanto a la competición, el V8 se homologó como Grupo A para competir en el campeonato alemán de turismos DTM, consiguiendo el título en 1990 con Joachim Stuck a los mandos y en 1991 con Frank Biela al volante. Con todo, además de en los circuitos, este modelo destacó por ser el elegido por diversos jefes de estado como coche oficial, función que hoy en día siguen desempeñando las berlinas de representación de la marca de los cuatro aros. Su producción finalizó en noviembre de 1993, siendo sustituido al año siguiente por el nuevo A8, que no hizo sino aumentar el prestigio de Audi como marca de lujo.

Audi V8 (1988-1993)

Audi RS2 (1994-1995)

Si bien el Audi RS2 no es un modelo en sí mismo sino una versión deportiva del 80 Avant, merece estar presente en nuestro especial por diversos motivos: por su exclusividad, ya que se fabricaron muy escasas unidades durante los menos de dos años que duró su producción; porque de su diseño y fabricación se encargó nada menos que Porsche; y porque inició la famosa saga RS de Audi, además de ser el primer familiar deportivo de la marca de los cuatro aros, dando inicio a una familia por la que hoy en día Audi es reconocida en todo el mundo.

Así pues, como hemos dicho, el RS2 nace en 1994 del acuerdo entre Audi y Porsche para fabricar un familiar que ofreciese unas prestaciones al nivel de los superdeportivos de la época. Su producción se llevaba a cabo en la factoría de Porsche en Zuffenhausen, de donde habían salido anteriormente el 959 y el Mercedes 500 E, y aunque su carrocería derivaba de la del 80 Avant, los dos modelos no podían ser más distintos: además de un diseño diferenciado -con retrovisores y llantas provenientes del 911-, el motor del RS2 estaba preparado por Porsche con un turbo KKK y un intercooler de mayor tamaño, inyectores con mayor capacidad, árbol de levas y sistema de inyección rediseñados, escape deportivo y centralita Bosch especialmente diseñada para el modelo. Con todo, el 5 cilindros en línea de 2,2 litros alcanzaba los 311 cv de potencia, transmitidos a las cuatro ruedas mediante una caja de cambios de seis velocidades. Sus prestaciones estaban a la altura de las expectativas: de 0 a 100 en 4,8 segundos -además de pasar de 0 a 50 en sólo 1,5 segundos, más rápido que un McLaren F1 o incluso que un fórmula 1 de la época- y 262 km/h de velocidad máxima.

Con semejantes cifras, no es de extrañar que el RS2 se convirtiese inmediatamente después de salir al mercado en un modelo de culto, y más si consideramos que tan sólo se fabricaron 2891 unidades hasta el fin de su producción en 1995, dando comienzo a la tradición de Audi de fabricar los familiares más rápidos del mundo, que continua hasta la actualidad con las diversas generaciones de los RS4 y RS6.

Audi RS2 (1994-1995)

Audi TT (1998-2006)

Por último, hemos seleccionado dos modelos que, pese a no ser clásicos todavía, por sus características tienen muchas posibilidades de ser considerados como tal en poco tiempo. El primero de ellos es el TT, un interesante coupé que hoy en día puede encontrarse a precios muy atractivos y que destacó en su momento por llevar a la calle el diseño de un concept car sin apenas cambios.

Tras la enorme expectación causada por el prototipo del TT en el Salón de Frankfurt de 1995, Audi decide ponerlo en producción con alteraciones mínimas en su diseño. Así pues, el TT de serie llega al mercado en 1998, basado en la plataforma A4 del grupo VAG, la misma que utilizaban el Volkswagen Golf, el Audi A3, el Seat León y el Skoda Octavia, entre otros. Disponible con carrocerías coupé y descapotable y tracción delantera o total, el TT ofrecía un amplio rango de potencias: el motor 1.8 turbo de 4 cilindros se podía elegir con 150, 163, 180, 190, 225 o 240 cv, mientras que el modelo más alto de gama, equipado siempre con tracción Quattro, montaba un V6 de 3,2 litros y 250 cv. Aunque sus ventas fueron buenas desde el principio, un fallo de diseño hacía que las primeras unidades se volviesen inestables cuando circulaban a velocidades superiores a los 180 km/h, llegando en algunos casos a causar accidentes graves, por lo que Audi incorporó un pequeño alerón en la parte trasera del coche y sistemas de control de tracción y estabilidad, que solucionaban este problema.

En cuanto a la competición, el TT participó en el campeonato alemán de turismos DTM de la mano del preparador Abt Sportsline, haciéndose con el título en 2002 con Laurent Aïello al volante. Finalmente, en 2006 termina la producción de la primera generación del TT, dando paso a una segunda, que a su vez sería sustituida por la tercera en 2014.

Audi TT (1998-2006)

Audi A2 (1999-2005)

Para cerrar nuestro especial sobre el 110 aniversario de Audi, vamos a echar un vistazo a un clásico moderno que, aunque resultó ser un fracaso comercial, es un automóvil muy interesante por las innovaciones que presenta. Hablamos del A2, un modelo que por su diseño y su elevado precio no obtuvo las ventas que esperaba la marca, pero que es un coche excelente, económico y, aunque no lo parezca, divertido de conducir.

Aparecido a finales de 1999, el A2 era la versión de calle del prototipo Al2, y fue creado como ejercicio de diseño, consistente en la creación de un coche que fuese capaz de viajar con cuatro personas a bordo desde Stuttgart hasta Milán (o lo que es lo mismo, 500 km) con un solo depósito de combustible. Para ello, su carrocería estaba construida en aluminio y su aerodinámica estaba especialmente cuidada, lo que por otra parte sería el talón de Aquiles del modelo: para su fabricación se tuvieron que desarrollar infinidad de piezas específicas y construir una línea de producción especial, con lo cual el precio final del A2 era muy elevado; mientras que el diseño que le otorgaba al modelo un excelente coeficiente aerodinámico no era para todos los gustos. Por otra parte, los motores disponibles eran los siguientes: gasolina 1.4 de 74 cv y 1.6 de 109, y diésel 1.2 de 60 cv y 1.4 de 74 o 89 cv. El diésel 1.2 correspondía a la versión 3L, denominada así por ser capaz de consumir tan sólo 3 litros de combustible cada 100 km, llegando en algunos casos a acercarse a los 2l/100 km.

Con todo, la producción del A2 finalizó en 2005 tras 176.377 unidades fabricadas; para hacernos una idea, de su principal competidor, el Mercedes-Benz Clase A, se vendieron más de un millón de unidades en el mismo periodo de tiempo. Además, pese al elevado precio de venta del A2, Audi perdía aproximadamente 5000€ por cada ejemplar vendido, por lo que la aventura de la firma de Ingolstadt de fabricar un coche de tamaño reducido con tecnología experimental resultó ser un auténtico fracaso.

Audi A2 (1999-2005)

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Texto y fotos: Bernat Calafell

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