En Julio de 2019, en la página de Facebook de Classic Cars Mallorca dedicamos un par de semanas a celebrar el 120 aniversario de Opel como fabricante de automóviles, realizando un repaso a su historia y a 15 modelos clásicos que seleccionamos por su importancia para la marca.
Así pues, empezamos con la historia de la firma:
Si bien este año celebramos el 120 aniversario de Opel, esta cifra no es del todo correcta. Adam Opel fundó la empresa que lleva su apellido en Rüsselsheim (Alemania) en enero de 1862, fabricando inicialmente máquinas de coser, mientras que en 1886 se inició la producción de bicicletas. En 1895 fallece el fundador de la marca, quedando esta en manos de su esposa Sophie Opel, que ante la caída en ventas de las bicicletas que producía, se plantean dar el paso a la fabricación de automóviles, un sector aún relativamente nuevo pero que sin duda estaba en auge, con fabricantes proliferando por toda Europa y Estados Unidos con más o menos éxito. De esta manera Opel adquiere en 1897 la empresa Anhaltische Motorwagenfabrik, y finalmente el 21 de junio de 1899 abre sus puertas la Opel Automobile GmbH, siendo lógicamente esta la efeméride que recordamos este año.
En el primer año de producción de Opel salieron de la fábrica únicamente 11 coches, pero en 1900 la aventura automovilística de la firma parecía ver su fin: ante las diferencias entre los directivos de Opel y de Anhaltische Motorwagenfabrik, los primeros decidían cesar la fabricación en favor de la importación de la marca francesa Darracq. Poco después Opel pasó a fabricar dichos automóviles bajo licencia, comercializándolos como Opel-Darracq, y en 1902 la firma volvió a su plan inicial e introdujo un nuevo modelo propio, el 10/12 PS de dos cilindros, complementado en 1905 por el 35/40 PS de cuatro.
Todo parecía ir viento en popa para Opel, con una gama muy completa que abarcaba todos los segmentos del mercado, y en la que los modelos de gama baja como el 4/8 PS, lanzado en 1909 y conocido como “Doktorwagen”, eran los más exitosos. Pero en 1914 estalla la I Guerra Mundial, de la que Alemania saldría como gran perdedora, viendo increíblemente mermada su economía. Pese a todo, Opel supo adaptarse y apostó por un nuevo modelo económico, el 4/12 PS “Laubfrosch”, que fue desde 1924 el primero de la firma producido en serie.
En 1929 la firma que nos ocupa fue adquirida por el gigante norteamericano General Motors, aunque su política de ofrecer tanto coches económicos como modelos de gama alta no cambia. Entre los primeros, al 4/12 lo suceden el 1.2 Litre (1931), el P4 (1935) y el Kadett (1937), cada cuál con más éxito: de las 66.000 unidades fabricadas del P4 se pasaron a las casi 110.000 del Kadett, que se convirtió en el coche más vendido del mercado alemán. Por la parte alta de la gama, en 1935 aparecía el Olympia, y en 1938 el Kapitän. Son los años del nazismo en Alemania, que culminarían con la II Guerra Mundial, durante la cual Opel fabricaría material bélico para el ejército (componentes de tanques, motores de submarino y el famoso bombardero Junkers Ju-88), además del camión Blitz, que gracias a la versatilidad de su tracción total sirvió a la armada nazi en todo tipo de terrenos.
Finalmente, la factoría de Rüsselsheim fue bombardeada por los Aliados en 1944, mientras que su maquinaria fue requisada por los rusos, y Opel no reanudaría su producción hasta 1947, con los Olympia y Kapitän anteriormente mencionados. Este último fue rediseñado en 1953, mientras que en 1958 aparece el Rekord, que también obtuvo un gran éxito de ventas, pero nada comparable al nuevo Kadett, fabricado a partir 1962 en una nueva fábrica situada en Bochum. Así, volvemos a encontrarnos con una Opel presente en todos los segmentos del mercado, desde el más económico hasta el más caro, llegando a tener como tope de gama el Commodore V8, con un propulsor de origen Chevrolet. En cuanto a deportivos aparecen el Manta y el GT, que además de en Europa disfrutaron de cierto éxito en EEUU, donde se comercializaban en concesionarios Buick.
Con la llegada de la década de los 80 llega también la tracción delantera a Opel, primero en el Kadett y poco después en el Ascona. Además, en 1982 se inaugura la planta de Figueruelas (Zaragoza), que se estrenaría con el Corsa, éxito de ventas inmediato en toda Europa y especialmente en España. En los 90 la gama se renueva con los Astra, Vectra y Omega, manteniendo su éxito hasta la década de los 2000, en la que destaca el Zafira, que aunque no fue el primer monovolumen compacto, sí que fue pionero en ofrecer 7 asientos en un coche de su tamaño. Finalmente, en 2017 Opel cambia de manos: General Motors la vende junto a su filial británica Vauxhall al grupo PSA (Peugeot-Citroën), renovando su gama actualmente con modelos compartidos entre las tres firmas.
Opel Motorwagen
Comenzamos el repaso a los 15 modelos clásicos de Opel más importantes con el Motorwagen, que surge tras el fallecimiento del fundador de la firma Adam Opel, momento en el que su mujer decide diversificar la empresa familiar. El motivo principal detrás de esta decisión fue la caída del mercado de las bicicletas, producto estrella de Opel, y el mercado elegido para dicha diversificación fue el automóvil, un sector todavía nuevo pero ciertamente en auge en la época. Así, en 1899 la empresa se pone en contacto con Freidrich Lutzmann, un fabricante de coches de caballos que había patentado un automóvil de su diseño. Los hermanos Opel adquieren dicha patente y toda la maquinaria de Anhaltische Motorwagenfabrik, donde se producía el coche de Lutzmann, y empiezan a fabricar en Rüsselsheim el Motorwagen, siendo por tanto el primer automóvil Opel.
El motor del Motorwagen era un monocilíndrico de 4 cv de potencia, con transmisión por cadena al eje trasero, que no tenía diferencial. Las pobres prestaciones del modelo, unidas a las diferencias entre Opel y Anhaltische Motorwagenfabrik, fueron las causantes de que esta primera aventura automovilística llegara a su fin en 1900, tras sólo 11 unidades fabricadas del Motorwagen. Así, Opel decide convertirse en importador de la marca francesa Darracq, para poco después pasar a producir los modelos de dicha marca bajo licencia.
Opel-Darracq 9PS
Tras el prematuro final de su primera incursión en la fabricación de automóviles, Opel pasó a importar coches de la marca francesa Darracq, para firmar un acuerdo en 1902 por el cual Opel fabricaría los modelos de dicha marca bajo licencia, naciendo así la nueva firma Opel-Darracq. El primero de sus modelos fue el 9PS, con motor monocilíndrico delantero de 1281 cc y 9 cv de potencia. En cuanto a carrocerías, el 9PS ofrecía tres opciones: los modelos Phaeton y Coupé, de dos plazas, y el modelo Tonneau, de cuatro. Este modelo tuvo una corta trayectoria en el mercado, ya que en 1903 fue sustituido por el 8/9PS, también fabricado bajo licencia Darracq, que estaría disponible hasta 1907, año en que Opel volvería a fabricar modelos propios.
Opel 4/8PS «Doktorwagen»
Tras el fin de su acuerdo con Darracq para fabricar sus modelos bajo licencia en 1907, Opel se aventuró a fabricar por fin automóviles de diseño propio, siendo el más exitoso de ellos el 4/8PS. La producción de este modelo se inició en 1909, y debido a su precio de 3950 marcos fue un éxito inmediato entre la clase media de la época, especialmente entre los médicos, que utilizaban el 4/8PS para visitar a pacientes en sus domicilios, por lo que rápidamente el modelo recibió el apelativo de «Doktorwagen». El motor del «Doktorwagen» era un cuatro cilindros refrigerado por agua de 1029 cc y 8 cv, que le permitían alcanzar los 60 km/h con fiabilidad. El 4/8PS dejó de fabricarse en 1910, siendo sustituido por el modelo 5/10PS.
Opel 4PS «Laubfrosch»
Durante la década de 1910 la producción de Opel fue viento en popa, centrándose en los modelos de clase media y precios relativamente bajos. Pero en 1924, con el lanzamiento del 4PS, la firma de Rüsselsheim entraba de lleno en los tiempos modernos con la producción en cadena, sistema ideado por Ford e introducido en Europa por Citroën. Precisamente, poco después de la aparición del nuevo modelo, Citroën desató la controversia al emprender acciones legales contra Opel por el diseño casi calcado del 4PS al del modelo 5CV de la marca francesa. El nombre 4PS hacía referencia a la potencia fiscal del modelo, mientras que el apelativo «Laubfrosch» (rana) se debe a que la mayoría de unidades de este modelo eran de color verde.
El 4PS llega al mercado en 1924 con la variante 4/12, únicamente disponible con carrocería descapotable de dos plazas y un motor de 4 cilindros que desarrollaba 12 cv de potencia. Poco después aparece el 4/14, con una batalla más larga, 14 cv de potencia y varias carrocerías a elegir: la Torpedo de 3 plazas, la Limousine de 4 plazas con techo cerrado, y una variante comercial. Ya en 1926 se lanza la versión 4/16, capaz de alcanzar los 70 km/h gracias a su aumento de potencia hasta los 16 cv. Tanto los frenos como la suspensión fueron rediseñados, así como la carrocería, con un nuevo diseño de líneas más modernas. Finalmente, en 1929 se pone a la venta la versión final del 4PS, el 4/20, con 20 cv de potencia y una nueva carrocería descapotable de cuatro asientos que sustituyó a la Torpedo de tres plazas. El 4PS dejó de fabricarse en 1931, tras salir de la cadena de montaje la cifra nada desdeñable para la época de 119.484 unidades.
Opel 1.2 Litre
Después del gran éxito del 4PS, Opel siguió apostando por modelos pequeños de precio económico con su sucesor, el 1.2 Litre de 1931. Como su nombre indica, este nuevo modelo estaba propulsado por un motor de 1200 cc y 23 cv, con caja de cambios de tres marchas de serie y de cuatro como opción. La gama de carrocerías del 1.2 Litre incluía una descapotable sin capota de dos plazas, descapotables con capota de dos o cuatro plazas, y un modelo cerrado de dos plazas.
Hubo además dos modelos que complementaban al 1.2 Litre y que estaban basados en su plataforma: el 1.0 Litre, con 18 cv de potencia, un equipamiento más sencillo y un precio más económico; y el Regent, algo más largo y con un motor de 1800 cc.
Como sucedió con los modelos que le precedieron, el Opel 1.2 Litre fue un éxito de ventas en toda Europa, fabricándose 137.027 unidades del modelo hasta el fin de su producción en 1937, cuando fue sustituido por el P4. Como curiosidad, además de en la fábrica de Opel en Rüsselsheim, el 1.2 Litre fue producido también en Indonesia, perteneciente en aquellos momentos a Holanda.
Opel Kadett
Cuando pensamos en el Opel Kadett nos viene a la mente el popular modelo de finales de los 80, pero el nombre Kadett tiene mucha historia, y es el responsable de que Opel se convirtiese en una marca superventas en la década de los 30.
Diseñado con el objetivo de ofrecer un coche económico y fácil de fabricar, el primer Opel Kadett fue presentado en 1936, con chasis monocasco y una carrocería de diseño moderno, disponible tanto en versión cerrada como descapotable, ambas de dos puertas. El motor de 1100 cc y 23 cv provenía del modelo anterior, el P4. En 1938 aparece la versión Spezial, más equipada, y se introduce también una carrocería de cuatro puertas.
Pese a que su fabricación se vio truncada por el inicio de la II Guerra Mundial, el primer Opel Kadett fue un gran éxito de ventas, con 106.608 unidades fabricadas en 4 años. El nombre Kadett regresaría en 1962 para designar a los modelos de gama media de Opel, y se mantendría hasta 1991, cuando se presentó el Astra. Por otra parte, tras la II Guerra Mundial la fábrica de Opel quedó en manos del ejército soviético, que requisó toda la maquinaria necesaria para fabricar el Kadett y la trasladó a Moscú, donde entre 1946 y 1956 se fabricaron los Moskvich 400 y 420, exactamente iguales que el primer Opel Kadett.
Opel Kapitän
Como hemos visto hasta ahora, Opel destacó tanto en sus inicios como en la época que nos ocupa, los años 30, por sus automóviles de gama media y baja, si bien la firma de Rüsselsheim también realizó sus incursiones en el sector de los coches de lujo. Es el caso del Kapitän, un refinado sedán presentado en 1939, poco antes del inicio de la II Guerra Mundial, siendo el último Opel en iniciar su producción antes del conflicto.
La característica técnica más importante del Kapitän era su chasis monocasco, algo todavía inusual en su época, mientras que en el apartado de carrocerías se ofrecían las cerradas de dos o cuatro puertas y dos descapotables de dos, realizadas por los carroceros Gläser y Hebmüller. El motor, por otra parte, era el 2.5 de 6 cilindros del Admiral, con el que el nuevo modelo alcanzaba los 118 km/h. La producción del Kapitän cesó en 1940 a causa de la guerra, construyéndose 25.371 unidades en un año, además de otras tres en 1943, dos en 1946 y una en 1947.
Unos años después del final de la II Guerra Mundial, en 1948, el Kapitän volvió a las líneas de producción con unos cambios mínimos, entre los que se incluían unos faros delanteros diferentes y la palanca de cambios situada en la dirección, en lugar de en el piso. Ya en 1951, el modelo fue rediseñado con un estilo al gusto americano, aunque dos años después se dio paso a un nuevo Kapitän, ya de concepción moderna, que se fabricó hasta 1958. El nombre Kapitän siguió representando posteriormente diversos modelos de gama alta de Opel, aparecidos respectivamente en 1958, 1959, 1964 y 1969.
Opel Olympia Rekord
Otro de los modelos más icónicos de Opel es el Rekord, cuyos orígenes se remontan al modelo que tratamos en esta ocasión, el Olympia Rekord.
Este primer Rekord aparece en 1953 para sustituir al anticuado Olympia de preguerra, y gracias a su moderno diseño, inspirado en los Chevrolet del otro lado del atlántico pero con unas dimensiones a escala europea, se convirtió en un éxito inmediato. El motor era de 1500 cc y 40 cv y se ofrecían diversas variantes de carrocería: sedán de dos puertas, descapotable y familiar, esta última denominada Caravan. Tan sólo un año después de su presentación, el diseño exterior del Olympia Rekord fue actualizado, y así cada año hasta el final de su producción. Este hecho se produjo en 1957, tras aproximadamente 580.000 ejemplares producidos, siendo el segundo coche más vendido en Alemania durante los años que estuvo disponible, sólo por detrás del archiconocido Volkswagen Escarabajo.
Los siguientes modelos, ya con el nombre Rekord sin Olympia delante, fueron creciendo en tamaño y modernizándose en 1957, 1960, 1963, 1965, 1967, 1972 y 1977, manteniendo una marcada influencia norteamericana en sus diseños hasta los años 60.
Opel Kadett A
Aunque ya hemos visto la importancia que tuvo el primer Kadett en la historia y el desarrollo de Opel, no es menos importante el papel del primer Kadett de posguerra, el conocido como Kadett A, en el posicionamiento de la marca de Rüsselsheim como una de las principales firmas del mercado europeo.
El Kadett A llega al mercado en 1962, 22 años después del fin de la producción del modelo anterior. La razón de ser de este nuevo modelo no era otra que la de ofrecer una alternativa al superventas Volkswagen Escarabajo, y como tal, debía venderse en enormes cantidades. Por ello, Opel abrió una nueva fábrica en la ciudad de Bochum, donde se producirían los nuevos Kadett A, disponibles con carrocerías sedán, familiar y coupé, todas de dos puertas. En cuanto al motor, el A equipaba el primer motor completamente nuevo desarrollado por Opel tras la guerra, un cuatro cilindros de un litro, que desarrollaba 40 cv en la versión estándar y 48 en la variante deportiva S.
Siendo el objetivo del Kadett A batir en ventas al Volkswagen Escarabajo, la comparación entre los dos modelos es inevitable: el Opel era mucho más moderno tanto en concepción como en diseño, y ofrecía más espacio tanto para los pasajeros como para el equipaje. Por otra parte, la calidad de fabricación del Volkswagen era superior, algo que quedaba patente cuando los Kadett A eran atacados por el óxido debido a su nula protección contra la corrosión. Así, el Escarabajo siguió siendo el líder indiscutible del mercado alemán, aunque el Kadett le siguió de cerca, obteniendo también muy buenas cifras de ventas en Bélgica, Holanda, Austria, Suiza y Suecia, además de estar disponible en Estados Unidos, a través de los concesionarios de Buick.
Finalmente, la producción del Opel Kadett A terminó en 1965, tras 649.512 unidades fabricadas tanto en la planta de Bochum como en Bélgica, Dinamarca, Portugal, Sudáfrica, Uruguay, Perú y Venezuela.
Opel Diplomat
Si bien la mayor baza de Opel eran los coches económicos, no hay que olvidar que la firma de Rüsselsheim estaba presente en todos los sectores del mercado, incluyendo el de los coches de lujo. Es aquí donde el Diplomat era su producto estrella, compitiendo de tú a tú con los fabricantes de mayor renombre como Mercedes-Benz.
El Diplomat aparece en 1964 dentro del conocido como «grupo KAD», compuesto por los tres modelos de mayor empaque de Opel: Kapitän, Admiral y Diplomat, siendo el modelo que nos ocupa el más alto de gama, ya que, aunque los tres eran básicamente el mismo coche, nuestro protagonista estaba equipado nada menos que con un motor V8 de Chevrolet, unido a una caja de cambios automática de dos velocidades. Este motor fue en un principio el 283, de 4.6 litros y 187 cv, para ser sustituido más tarde por el 327, de 5.4 litros y 227 cv.
En 1965 aparece la versión Coupé del Diplomat, fabricada por Karmann y disponible por 25.000 marcos (o lo que es lo mismo, por el precio de siete Volkswagen Escarabajos), de la cual sólo se fabricaron 347 unidades. Por otra parte, dos años después la gama KAD se renueva con algunos detalles estéticos, un nuevo sistema de dirección y un alargamiento de su distancia entre ejes. Finalmente, la producción de los KAD finaliza en 1968 con 89.277 unidades, de las cuales sólo 9.152 fueron Diplomats.
Opel GT
Como ya hemos visto, Opel estaba presente en todos los sectores del mercado del automóvil europeo, desde los modelos más económicos hasta los más lujosos. Esto, cómo no, incluía también a los deportivos, con el GT siendo el gran representante de la marca alemana.
El Opel GT, cuya producción se inicia en 1968 en la planta de Bochum, era un pequeño coupé de dos plazas que utilizaba una gran cantidad de componentes del Kadett, siendo por tanto relativamente barato. Los motores disponibles eran un 1.1 de 67 cv o un 1.9 de 102 cv, cifra que en el caso de los ejemplares destinados al mercado estadounidense se quedaba en 83. De cualquier manera, la potencia era transmitida a las ruedas traseras mediante una caja de cambios manual de cuatro marchas o automática de tres. Su peso de sólo 845 kilos hacía que el GT se moviese con agilidad, aunque tenía tendencia al subviraje.
Hasta 1973, cuando se produjo el final de su producción, se fabricaron 103.463 unidades del GT, de las cuales buena parte se vendieron en Estados Unidos, donde podía ser adquirido en concesionarios Buick. Por otra parte, en 2007 las siglas GT regresaron a la gama Opel, con un roadster que poco tenía que ver con el modelo original.
Opel Manta
El GT era la punta de lanza en la gama deportiva de Opel, pero no se puede negar que su fama se vio superada con creces con la del Manta, un coupé de cuatro plazas más utilizable que cosechó diversos éxitos en competición.
La primera generación del Manta, que vemos en la imagen, se presentó en 1970 para competir con el Ford Capri, y estaba basada en la berlina Ascona. Los motores disponibles eran los siguientes: un 1.2 de 60 cv, un 1.6 de 68 o 75 cv, y un 1.9 de 90 o 105 cv. Además, se fabricaron dos versiones muy especiales y escasas. La primera de ellas, el Turbomanta, de la cual sólo se produjeron 33 unidades, equipaba como su nombre indica un turbocompresor, alcanzando así los 156 cv. Por otra parte, el preparador belga Transeurop ofrecía la versión TE2800, en la cual se sustituía el motor original por el 6 cilindros del Commodore, alcanzando los 142 cv en la versión estándar o 230 con varias modificaciones, superando así en prestaciones a modelos como el Porsche 911 Carrera o el BMW 2002 Turbo.
En 1975 aparece la segunda generación del Manta, con un diseño más moderno inspirado por el del Chevrolet Monza, y motores 1.2, 1.3, 1.6, 1.9 y 2.0, siendo la potencia del más alto de gama 110 cv, o 125 con el kit de preparación ofrecido por la propia Opel. En 1977 se introduce una carrocería de tres puertas que complementaría a la coupé, mientras que en 1982 aparece el modelo más conocido de Manta, al menos en España: el B2. Disponible con motores 1.2, 1.8 y 2.0, el Manta B2 es recordado especialmente por su participación en rallies, en los cuales la versión 400 fue la más reconocida.
El Opel Manta disfrutó de un gran éxito hasta el fin de su producción en 1988, aunque se las tuvo que ver con su principal competidor, el Ford Capri, así como los Volkswagen Scirocco, Audi Coupé, Honda Prelude y Toyota Celica. Siendo todos ellos deportivos relativamente baratos, no es fácil encontrar hoy en día una unidad bien conservada, puesto que la mayoría caían en malas manos al ser vendidos en el mercado de segunda mano.
Opel Monza
Ya hemos visto que Opel estaba presente en el sector de los coches de lujo casi desde el principio de sus días, y a finales de los 70 aparece un modelo de estas características que, si bien fue bastante escaso, aún hoy es recordado como uno de los coches más importantes salidos de la factoría de Rüsselsheim: el Monza.
Lanzado en 1978 para sustituir al Commodore Coupé, el nuevo modelo se diferenciaba por su carrocería de tres puertas, a diferencia de la de dos de modelos anteriores. Compartía una gran cantidad de componentes con los Rekord y Senator, lo cual tenía aspectos positivos y negativos: mientras que el comportamiento del Monza era excepcionalmente bueno para un coche de su tamaño (y sin dejar de ser cómodo), el interior y la calidad de construcción no estaban a la altura de su nivel de mercado. Los motores, por otra parte, eran los 2.5, 2.8 y 3.0 de seis cilindros que Opel venía utilizando desde hacía años en otros modelos, por lo que su fiabilidad estaba más que comprobada. Además, el Monza 3.0S era el Opel más rápido producido hasta el momento, siendo capaz de alcanzar los 215 km/h.
En 1982 el Monza es rediseñado, siendo dotado de un diseño más moderno y aerodinámico. Debido a la creciente preocupación por el consumo de combustible, se introdujo también un motor de cuatro cilindros y 2000 cc, que en 1984 sería sustituido por un 2.2, sin que ninguno de los dos tuviese éxito, debido a que los 115 cv que desarrollaban eran del todo insuficientes para un coche grande y pesado como el Monza. El interior también fue actualizado con mayor equipamiento e instrumentación, corrigiendo así uno de los puntos débiles del modelo. Además, con esta segunda generación del Monza aparece la versión más recordada, la GSE, que destacaba por sus asientos Recaro, su panel de instrumentos digital, su kit deportivo exterior y su suspensión y diferencial más deportivos, entre otros. Finalmente, en 1986 se deja de fabricar el Opel Monza tras 43.812 unidades, sin ningún nuevo modelo que lo sustituyese.
Opel Corsa
No podíamos hacer un especial sobre Opel y olvidarnos del mítico Corsa, sin duda uno de los modelos más importantes de su historia, un auténtico superventas y uno de esos coches con los que todo el mundo tiene alguna memoria.
La primera generación del Opel Corsa llegó al mercado en 1982, como reacción por parte de la marca alemana a los diversos modelos pequeños de otras marcas que estaban teniendo un enorme éxito en toda Europa, especialmente el Ford Fiesta y el Volkswagen Polo. Tal era la esperanza de Opel en este modelo que se estableció una fábrica completamente nueva para fabricarlo, situada como sabemos en Figueruelas (Zaragoza). Y no se equivocaron, puesto que el Corsa fue un éxito inmediato en cualquiera de sus versiones: dos, tres, cuatro y cinco puertas o furgoneta. En cuanto a motores, el de la versión más económica era un 1.0 de 45 cv, seguido por un 1.2 de 55 cv, un 1.3 de 70 o 93 cv (esta última cifra en la escasísima versión Sport) que más tarde fue sustituido por un 1.4 de 82 cv, y un 1.6 de 103 cv, equipado en el famoso GSI. En un tiempo en que los motores diésel comenzaban a ser populares, el Corsa no se quedaba atrás y ofrecía también un 1.5 de origen Isuzu, con 67 cv de potencia. Ya en 1990 llegaría un rediseño del primer Corsa, que daría paso a la segunda generación en 1993.
Como era de esperar, el Corsa fue un éxito absoluto en toda Europa, especialmente en aquellos países donde la legislación favorecía los coches pequeños. Hoy en día, con 5 generaciones y una sexta en camino, no hay ninguna duda de que el Corsa es un auténtico superventas, además de conservarse una enorme cantidad de unidades de primera generación todavía en uso diario.
Opel Calibra
Cerramos este especial sobre los 120 años de Opel como fabricante de automóviles con un clásico moderno, que durante los 90 fue el sueño de muchos jóvenes, y del que por desgracia quedan pocas unidades bien conservadas.
El Opel Calibra aparece en 1989 como sucesor del Manta, siendo pues un coupé de tamaño medio con cuatro plazas, aunque a diferencia de su predecesor, el Calibra tenía motor transversal y tracción delantera o total. Dicho motor podía ser un cuatro cilindros 2.0 de 117, 138, 152 o 207 cv, según versión; o un V6 de 2,5 litros y 170 cv. En cuanto al exterior, su moderno diseño obra de Wayne Cherry y Erhard Schnell dotaba al Calibra de unas líneas futuristas a la par que aerodinámicas: su coeficiente de penetración de 0,26 cx lo convertían en el coche de serie más aerodinámico de la historia, y dicha cifra no fue superada hasta 10 años después por el Audi A2, que se quedaba en 0,25.
Fabricado tanto en la planta de Opel en Rüsselsheim como en Uusikaupunki (Finlandia), el Calibra fue un gran éxito de ventas en Europa, pese a la competencia de modelos como el Ford Probe, el Rover 200 Coupé, el Toyota Celica o el Honda Prelude. Además, el Calibra también tuvo su papel en competición: participó en los campeonatos de turismos DTM e ITC, además de probar suerte en rallies con escaso éxito. Finalmente, su producción cesa en 1997 tras 239.118 unidades fabricadas, siendo sucedido por el Astra Coupé en el año 2000.
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Texto y fotos: Bernat Calafell
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